Desde mediados del siglo XX, la mayoría de las tierras rurales en México se han dividido en ejidos, que son porciones de tierras que no pueden ser vendidas, al ser de uso exclusivamente comunitario. Este es el caso del ejido de Chinatu, una comunidad que se encuentra clavada en el sur del estado de Chihuahua, en el municipio de Guadalupe y Calvo.
Habitado en su mayoría por rarámuris, el ejido posee una extensión de 145 100 hectáreas divididas en tres zonas, en las cuales la actividad forestal es la principal actividad productiva. La parte central del ejido es el poblado de San Pedro, donde se encuentra el equipo Wood-Mizer, adquirido gracias a las gestiones del CONAFOR (Comisión Nacional Forestal de México).
Chinatu empezó como ejido y después se transformó en empresa ejidal. Tenían tres aserraderos, uno para cada zona, equipos tradicionales que aunque fueran productivos, desperdiciaban mucha madera. La experiencia de otros aserraderos particulares en la región con la marca Wood-Mizer los animó a adquirir una línea SLP.
“Era mucho lo que se desperdiciaba en el aserrío tradicional.” Relata Jesús Manuel Garcia Durán, conocido como “Chuma”, presidente del comisariado ejidal. “Ahora con estas máquinas que estamos poniendo vemos la diferencia que hay; Es muy poquito el desperdicio que queda, todo se aprovecha al 100%.”
La línea SLP consiste en equipos para trozas de diámetros delgados, o de intermedio, siendo un sistema ideal para aserraderos como el de San Pedro de Chinatú, dedicados a la fabricación de tablas para tarimas.
El proceso del aserradero San Pedro empieza con una TVS (sierra vertical doble). La TVS tiene capacidad para procesar trozas desde 6” (15cm) hasta 14” (35cm) de diámetro y hasta 12 pies (3.65m) de largo. En esta primera línea se quitan los cuartones de la madera, y luego una SVS (sierra vertical sencilla) retira la corteza, antes de pasarle a una reaserradora HR500 con tres cabezales.
El aserradero también cuenta con su propio equipo de afilado, compuesto por una afiladora BMS250 y un trabador BMT200.
“También pedimos un equipo de afilado y tenemos nuestro proprio afilador. El afilador queda pendiente para que cuando lo necesite el operador de la TVS, ya esté listo con su cinta y no pierdan tiempo”, relata Chuma. “Las sierras cintas nos están saliendo muy bien, hasta la pedimos en cajas porque nos están dando buenos resultados.”
En términos de producción, sacan aproximadamente 6,000-7,000 pies-tabla al diario. Las maderas de pino y encino procesadas en el aserradero provienen de cada una de las tres zonas de Chinatú, y aunque esté ubicado en la zona de San Pedro, el aserradero pertenece a todo el ejido.
El ejido de Chinatú se compone de 1,217 ejidatarios, más cinco parcelas de escolares. El tamaño y cantidad de personas en el ejido eran problemáticas en la distribución de ingresos: “No veíamos ganancias”, explica Chuma, “Entonces lo que se hizo, fue la creación de grupos de sociedades de producción rural independientes para facilitar la toma de decisiones”
Actualmente existen 52 grupos de sociedades de producción rural a nivel de ejido, y aunque existan muchos aserraderos particulares en cada uno de ellos, el aserradero de San Pedro pertenece a cada uno de los 1,217 ejidatarios. Allí trabajan de 26 a 28 personas, dedicadas a la producción de madera dimensionada, polines, tablas para tarimas y también cajas para melones, naranjas y otras frutas, todos productos destinados al comercio local y a clientes ubicados en Parral, Chihuahua.
El aserradero fue construido con un proyecto de CONAFOR, que apoyó el ejido con la construcción de la nave, la instalación y compra del equipo, en un esfuerzo conjunto con Wood-Mizer. “En el futuro probablemente vamos hacia los equipos grandes, para diámetros gruesos, como el WM4500”, explica Chuma, “Estamos viendo que, si son buenos, que son rendidores. Nos rinden más en los volúmenes de trozas que sacamos del monte; vendemos más. El WM4500 ya lo he visto trabajar y me ha gustado como trabaja.”
